La ciencia hace que la medicina avance en muchos sentidos. Pero uno de los parámetros que se analiza para considerar un hallazgo como positivo o negativo es el impacto que éstos provocan en los pacientes. En otras palabras, si dichos avances contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas o no. Delgado Aboy es un hombre comprometido con la ciencia y trabaja en pos de ello.
Uno de los temas que ha tenido ocupado al doctor en los últimos tiempos es su ya famosa Turbinoplastia por Radiofrecuencia Celón. Reconocida en el mundo médico y entre los profesionales del área de Delgado Aboy. Pero no tanto quizás entre el público que podría encontrar en esa práctica una solución a una dolencia muy habitual. Hablamos de la dificultad para respirar y todos los problemas que ese drama trae aparejado.
La Turbinoplastia por Radiofrecuencia Celón está recomendada para todas aquellas personas que tengan el tabique desviado o inconvenientes respiratorios a la hora de hacer ejercicio. Para quienes experimenten problemas de olfato por la dificultad para respirar, problemas de audición, cefaleas intensas. También ronquidos por la noche y sequedad en la boca a la mañana por no haber respirado por la nariz durante las horas de sueño.

¿En qué consiste esta práctica y por qué es considerada revolucionaria?
Justamente porque contribuye en el sentido que explicamos al comienzo de este artículo: a mejorar la calidad de vida de los pacientes. ¿Por qué? Porque para realizarla no es necesario hacer estudios prequirúrgicos y tampoco se utiliza anestesia general.
Hasta antes de este avance, quienes presentaban Rinitis Congestiva (diagnóstico de las dolencias antes descritas) y no encontraban solución en tratamientos médicos tópicos, tenían pocas opciones. La única alternativa era la cirugía convencional de cornetes. Esta práctica requería anestesia general. Además, implicaba un taponamiento nasal bilateral, sumamente incómodo para los pacientes. La función respiratoria normal no se recuperaba hasta varios días después.
Todos estos problemas vienen a solucionar la Turbinoplastia por Radiofrecuencia Celón de Delgado Aboy. Como se mencionó antes, no se requiere anestesia general y, por lo tanto, no precisa quirófano. Se utiliza una sedación similar a la empleada en odontología. El procedimiento se realiza por vía endoscópica. No deja cicatrices. La intervención finaliza en apenas 30 minutos.
Otros beneficios destacables de la Turbinoplastia por Radiofrecuencia Celón
No podemos dejar de mencionar que no se requiere de los incómodos taponamientos y no se experimenta ningún tipo de dolor. Los pacientes no necesitan pausar su vida para realizar este procedimiento. No requieren solicitar baja laboral ni suspender actividades físicas.
Antes de finalizar es importante destacar un último aspecto de mucha relevancia que menciona Delgado Aboy en varias oportunidades. El método es seguro porque el terminal no funciona si no está bien ubicado. Esto elimina el riesgo de lesionar al paciente.
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“Ya es realidad en algunas clínicas privadas por su seguridad, rapidez de resultados, índice muy bajo de fracasos y, sobre todo, la comodidad y ausencia de dolor”, afirma el otorrinolaringólogo. Explica que, por ser novedosa, la Turbinoplastia por Radiofrecuencia Celón aún no está disponible en tantos centros de salud como le gustaría. Sin embargo, es solo cuestión de tiempo para que su práctica se extienda.